La psiquiatría es la rama de la medicina que se ocupa del estudio, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades mentales. Existen numerosos trastornos que conforman el campo de trabajo de la psiquiatría, pero podemos encuadrar los principales en las siguientes categorías:
Lo primero que debe hacer un especialista en psiquiatría es una adecuada historia clínica, es decir, conocer al paciente. Para ello, en una primera entrevista se dedicará tiempo a conocer la historia personal, datos médicos relevantes, hábitos de vida y, por supuesto, motivo de consulta. Habitualmente, tras esta entrevista ya se podrá realizar una devolución al paciente sobre el diagnóstico y trazar un plan de tratamiento. No obstante, en algunas ocasiones podemos precisar de más de una visita para una adecuada valoración e incluso usar herramientas como test o entrevistas estructuradas.
Como vemos lo que ocurrirá principalmente en la consulta es que se establecerá un diálogo que permita al psiquiatra conocer al paciente y realizar un diagnóstico y posterior tratamiento.
Si bien la principal herramienta de valoración será el diálogo, también se hará uso de pruebas médicas (analítica, ECG, pruebas de imagen…) para hacer un diagnóstico diferencial con otras enfermedades cuando sea necesario. No hay que olvidar que cuerpo y mente están íntimamente relacionados.
Lo más habitual será solicitar una analítica al inicio para monitorizar el estado de salud general del paciente y tener en cuenta sus parámetros si más tarde decidimos introducir medicación como parte del tratamiento.
Una vez realizado un buen diagnóstico parte de las funciones del psiquiatra es realizar una buena psicoeducación, es decir, explicar de forma clara al paciente qué le ocurre y que factores internos y externos pueden influir en ello.
Finalmente, como herramientas principales para el tratamiento disponemos de la psicoterapia y los fármacos. Dependiendo de cada trastorno se indicará la necesidad del uso de una de ellas o combinadas. Las intervenciones psicoterapéuticas se realizarán de ser necesario junto con el equipo de psicología. La prescripción de tratamiento farmacológico y su seguimiento será competencia del psiquiatra.